Al ver por primera vez este arnés llama la atención porque parece muy poca cosa, abulta muy poco y solo pesa unos 300 gr. Tampoco lleva acolchado en la cintura ni en las perneras.
Acostumbrados como estamos a arneses acolchados y más voluminosos, a simple vista da la sensación de no ser tan fuerte y cómodo como otros. Sin embargo, Arc’teryx ha conseguido aligerar en peso y volumen de este arnés sin perder por ello resistencia a las caídas ni comodidad. Reparte la carga de manera uniforme, apoyándola en el total de la estructura del arnés.
Las hebillas de la cintura con sistema de bloqueo automático, están muy bien acabadas en aleación de aluminio 7075 T6 para mejorar la ligereza y resistencia además de hacer que la cinta sufra menos al poner y quitar el arnés. Una cosa que me ha parecido muy importante y no todos los arneses lo llevan, son las marcas de seguridad de color naranja que indican cuándo debes cambiar el arnés.
Los porta-materiales están integrados en la estructura del arnés para mayor seguridad y tienen una rigidez adecuada, cosa que facilita enormemente colocar el material, gracias sobre todo, a estar protegidos con una moldura de poliuretano, siendo estos reversibles y desmontables.
Las cintas traseras se desmontan para poder hacer nuestras necesidades sin tener que quitarnos el arnés. El material con el que está fabricado, Shoeller® Dynamic, es fuerte y duradero.
Otra de las ventajas es que en la mochila ocupa muy poco sitio. Por cierto, la caja en la que viene es muy chula.